Me hace especial ilusión poder
decir que por fin tenemos fecha de publicación del cuarto libro de mi saga
favorita Crossfire.
Podremos saber cómo sigue la
historia que nos tiene a todas/os en vilo…
La primera portada corresponde a
la edición para Estados Unidos, y la segunda es la edición para el Reino Unido,
su publicación será el próximo 18 de noviembre.
¡¡¡Aun no hay fecha de publicación en español!!!
Así que todos atentos al blog!!!
Os dejo la sinopsi y un adelanto
Sinopsis:
Gideon me
llama su ángel, pero él es un milagro en mi vida. Mi precioso, guerrero herido,
tan decidido a matar a mis demonios mientras se niega a enfrentarse a suyos
propios.
Los votos
que habíamos intercambiado deberían habernos atado más apretado que la sangre y
la carne. En su lugar se abrió viejas heridas, expuso dolor e inseguridades, y
atrajeron a enemigos acérrimos de las sombras. Sentí que se escapaba de mis
manos, mis mayores temores se conviertan en mi realidad, mi amor se ponía a
prueba de una manera que no estaba segura de que era lo suficientemente fuerte
como para soportar.
En el momento
más brillante de nuestra vida, la oscuridad de su pasado invadido y amenazo
todo lo que habíamos trabajado tan duro. Nos enfrentamos a una elección
terrible: la seguridad de la vida familiar que habíamos tenido antes
entre sí o la lucha por un futuro que de repente parecía un sueño imposible y
sin esperanza...
Adelanto:
"Eran
apenas las siete de la mañana.
Había dejado el departamento que Eva compartía con
Cary hace un par de horas temprano, queriendo darle tiempo para conseguir unas
pocas horas de sueño antes de que se dirigiera al trabajo. Habíamos estado haciéndolo
toda la noche, ambos necesitados y hambrientos. Pero había algo más también.
Una urgencia de parte de Eva que me carcomía y dejaba intranquilo.
Algo estaba molestando a mi esposa.
Mi mirada se
desvió a la ventana y su vista de Manhattan y alrededores, luego se centró en
la pared vacía, donde un collage de fotos de ella y nosotros estaría colgando
en el mismo espacio que en la oficina de mi pent-house, en nuestro hogar en la
Quinta Avenida. Podía imaginar claramente el collage, habiendo pasado
incontables horas estudiándolo durante los últimos meses. Observar la ciudad había
sido alguna vez la manera en la que encapsulaba mi mundo. Ahora, lograba eso
con sólo mirar a Eva.
Me senté en mi escritorio y encendí mi computadora con
un movimiento del mouse, tomando una lenta y profunda respiración a medida que
el rostro de mi esposa ocupaba mi monitor. No usaba maquillaje en la foto que
era mi fondo de escritorio, y una pizca de luz caía como pecas en su nariz, la hacían
parecer más joven que sus 24 años. Mi vista se deslizó sobre sus rasgos — la
curva de sus cejas, el brillo de sus ojos grises, la abundancia de sus labios.
En los momentos en los que me permito pensar en ello, casi podía sentir esos
labios en mi piel. Sus besos eran bendiciones, promesas de mi ángel que hacían que
valiera la pena vivir mi vida.
Decidido,
con una exhalación, alcé el teléfono y llame por macado rápido a Raúl. A pesar
de lo temprano de la hora, respondió rápido y en alerta.
"Mi esposa y Cary Taylor están yendo a San Diego
hoy," dije, mi mano torciéndose en un puño con solo pensarlo. No tenía más
que decir.
"Entendido."
"Quiero una foto reciente de Anne Lucas y un
informe detallado de dónde estaba anoche, para el mediodía en mi
escritorio."
"Como
máximo," afirmo.
Colgué y observé el hermoso y cautivante rostro de
Eva. La había capturado en un momento feliz y espontaneo, un estado del que
estaba decidido a mantener por el resto de su vida. Pero anoche había estado
consternada por el altercado con una mujer a la que una vez usé. Había pasado
un buen tiempo desde la última vez que me había cruzado con la Dra. Anne Lucas,
pero si ella era responsable de la irritación de mi esposa, estaría viéndome
otra vez. Pronto.
Abriendo mi bandeja de entrada, empecé a repasar mis
correos, redactando respuestas rápidas, si era necesario, y haciéndome paso
hacia el asunto que había llamado mi atención al momento que abrí mi
servicio de correo.
Sentí a Eva
antes de verla.
Levantando mi cabeza, mi tipo se detenía. Una
repentina sensación de alivio calmó la agitación que sentía cuando no
estaba con ella.
Me acomodé
mejor para apreciar la vista. "Te despertaste temprano, ángel."
Eva se detuvo en la entrada de mi oficina, su cabello
rubio despeinado alrededor de sus hombros, sus mejillas y labios sonrojados por
el sueño, su cuerpo curvaceo cubierto por una remera sin mangas y shorts.
Estaba sin corpiño, sus suculentos senos abultados suavemente bajo el material
de algodón. Pequeña y voluptuosa, solía remarcar cuán diferente era
de las mujeres con las que había sido fotografiado antes de ella.
"Me
desperté extrañándote," respondió con una voz ronca que nunca fallaba en ponérmela
dura. "¿Cuánto tiempo has estado despierto?"
"No
mucho." Empujé la bandeja del teclado para hacerle lugar en mi escritorio.
Camino descalza sin hacer ruido, de manera casual e
innatamente sensual. Aquel momento que la vi por primera vez, supe que me destruiría.
Esa promesa estaba en sus ojos y la forma en la que se movía. A cualquier lado
que fuera, los hombres la miraban. La deseaban. Tal como yo."
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